Hasta aquí, si has leído las dos publicaciones anteriores, pareciera ser que el dolor de la separación nos ha convertido en una especie de psicóticas con cierto grado de peligrosidad. Es que la ruptura fue tan desgarradora que de pronto nuestro sistema operativo sufrió un desajuste irreparable y ante los ojos de EL pareciera que sufrimos de algún trastorno bipolar. Por ahi al terapeuta se le escapó esa palabrita, pero no le he dado mucha bola.
Lo que sí, me llevó a pensar... será que el mensaje que emitimos los confunde? será que si en un minuto pasamos del "te extraño" al "te odiooooooo", los asusta? Será que luego que los rajamos de la casa, los llamamos para decirles que no podemos vivir sin ellos los desorienta? Pero cómo, si todo está muy claro!. De pronto nos hemos convertido en una especie de Dr. Jekyll y Mr Hyde y parecciera ser (ojo, no está científicamente comprobado) que eso los aleja más.
Pero, cuando la etapa de la locura pasó, cuando ya le endilgamos todas las culpas y responsabilidades posibles a ese infeliz que "nos cagó la vida"... cuando llega la calma..... cuando frenamos en serio.... y nos acostamos a la noche de nuestro lado de la cama y del otro ahora duerme el perro... recién ahí.... en ese momento en que el clona está haciendo su efecto.... con los grillitos cantando.... con el vientito nocturno haciendo sonar el llamador de ángeles que colgamos en la ventana... con el silencio envolvente de la noche.... cuando el sueñito empieza a llegar y cerramos los ojos, medio dormitando..... ahi, justo en ese momento, caemos en la cuenta: ..... MIERRRRRDA, ME SEPARÉ!!!!
Nos erguimos como si hubiéramos visto un fantasma, el pecho se nos cierra, y largamos el primer llanto de realidad, ese que nos sale del pecho, de las entrañas. Mientras el perro sale cagando del susto, buscamos el celular y sin importar que son las dos de la mañana marcamos su número: VOLVÉ!!!! POR FAVOR VOLVÉ!!!!! Continuará.....
jaajjaa yo tengo ese tipo de ataques una vez por semana. Empiezo los lunes, feliz con el mundo, y le mando un mail de disculpa por mis comportamientos anteriores, hablamos, él dice que me conoce y asi me quiere. El miercoles ya espero ansiosa habrir el mail para ver que me contesto a lo ultimo que le mande (porque el lunes me contestó, el martes me contestó, supongo tmb el miercoles me va a escribir). Pero no, nada, silencio. Ahi me empiezo a poner loca de nuevo, pero loca loca, ya me salto todas las etapas de hablar con amigas, familiares, ciber-amigos, desconocidos del chat, etc.. o sea, ya no me dan bola (hace 4 años que estoy en lo mismo) y voy directo al grano! El jueves le digo de todo, él no entiende nada y terminamos otra vez en guerra. El viernes me la paso llorandole a quien me escuche y a las nueve me decido a salir de gira x los bares con las chicas, nos tomamos todo, bailamos con todos. El sabado igual. Todo para que llegue el domingo, la resaca, el arrepentimiento. Y el lunes le mando un mail de disculpa por mis comportamientos anteriores.
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